La Anorgasmia y su tratamiento.
Desde Sexólogos Valencia te informamos sobre uno de los trastornos sexuales de tratamiento diario en nuestra Clínica de Sexología, la Anorgasmia.
Qué es y qué Causa la Anorgasmia.
La anorgasmia es la inhibición continua del orgasmo, se manifiesta por la ausencia del orgasmo tras una fase de excitación normal. Es, junto con la falta de deseo o frigidez, una de las disfunciones sexuales más comunes en la mujer.
Hay varios tipos de anorgasmia:
- Anorgasmia primaria: la sufre quien nunca ha sentido un orgasmo, ni en pareja ni por masturbación.
- Anorgasmia secundaria: la sufre quien, tras una época de haber tenido orgasmos, deja de experimentarlos.
- Anorgasmia absoluta: cuando la mujer no es capaz de alcanzar el orgasmo mediante ningún procedimiento.
- Anorgasmia relativa: cuando obtiene el orgasmo de una forma determinada (por ejemplo, solo con la masturbación).
- Anorgasmia situacional: cuando puede alcanzar el orgasmo sólo en determinadas circunstancias específicas.
Sobre las causas, contarte que en un 95 % de los casos la anorgasmia tiene causas psicológicas, el 5 % restante puede deberse a la ingesta continuada de algún medicamento, un traumatismo o alguna enfermedad.
Las causas psicológicas pueden ser diversas como los condicionamientos culturales, traumas sexuales, factores interpersonales, falta de información sobre la sexualidad, estrés, angustia, temores, culpas, conflictos de pareja, etc.
Cuando hablamos de anorgasmia femenina, no solo nos referimos a la dificultad que podamos tener como mujeres para llegar al orgasmo, no solo es una causa física sino que tiene que ver con un sin número de factores que pueden llegar a favorecer o a inhibir nuestra sexualidad.
Las relaciones sexuales en una pareja son cosa de dos, y aunque nuestra propia sexualidad y su disfrute es responsabilidad de nosotras como mujeres, es indudable que contar con un buen amante es de gran ayuda. (más…)
Respuesta Sexual Humana por Masters y Johnson.
Las fases del Ciclo de Respuesta Sexual Humana descritas por Masters & Johnson, Kaplan y Levine son las siguientes:
1. Fase de deseo,
2. Fase de excitación,
3. Fase de meseta,
4. Fase de orgasmo y
5. Fase de resolución.
Describiremos sucintamente cada una de ellas, comenzando por la fase de deseo.
En la fase de deseo sexual se distingue el impulso sexual (o drive en la literatura americana), sensación física de estar sexualmente necesitado, urgencia sexual, el individuo siente deseos de estar con su pareja. Este impulso está mediado por hormonas tales como la testosterona, algunos neuropéptidos y feromonas. Podría considerarse una respuesta más bien de carácter instintivo.
Este impulso se ve afectado negativamente por la dieta, el estrés, las enfermedades tanto crónicas como agudas, y por la depresión. La percepción del impulso tiene una enorme variación individual así como de género. El impulso sexual es habitualmente más pronunciado en el hombre.
El otro componente del deseo sexual es la motivación psicológica, estando condicionado por los sentimientos internos de afecto y de amor, así como por los estímulos externos, tales como los atributos físicos del individuo, su forma de comunicarse, los olores, el lenguaje corporal, etc.
Se produce expectación consciente de la manifestación sexual, pero en cierta medida modulada por las normas sociales y culturales imperantes. La motivación psicológica puede verse afectada por las respuestas emocionales como tabúes, fobias. También presenta una enorme variación individual y de género.
Durante la fase de excitación se produce una gran vasodilatación del área pelviana. En la mujer, principalmente del introito vaginal, erección del clítoris, engrosamiento y crecimiento de los labios mayores y menores. Esto se traduce en una lubricación importante de la vagina y del introito vaginal.
El clítoris aumenta de volumen, se produce una (más…)
Terapia de Pareja. La pareja en tiempos de crisis.
Todas las parejas viven periodos de crisis, malos momentos y tropiezos, de cómo transcurran estos procesos, podrán o no recuperar el amor, y en este momento es donde puede ayudar la terapia de pareja. No permitas que un pequeño bache pueda arruinar tu relación de pareja.
La terapia de pareja consiste en un tipo proceso terapéutico dirigido por un psicólogo sexólogo, mediante el proceso del cual ayudará a las parejas de cualquier condición a resolver los problemas en su relación en afán de mejorar la misma. Mediante la terapia de pareja, tomarán las medidas adecuadas para la reconstrucción de la relación o la finalización de esta.
Ejercicios y consejos
No es conveniente hacer caso omiso a los problemas esperando que se mejoren por sí solos. Mediante estos procedimientos, de todas la parejas que acuden a terapia de pareja, 4 de cada 5 parejas consiguen descubrir si sus diferencias realmente son imposibles de solucionar o si, en cambio, pueden ser rectificadas. De estas 4 personas, más de la mitad decidieron seguir con la relación, mejorando así la felicidad y plenitud que se había perdido o que nunca se había originado (en muy pocos de los casos).
El plan de terapia de pareja varía respecto a la situación: si alguno de los dos de la pareja se niega a acudir a sesiones de terapia de pareja, este otro puede ir por su cuenta, siendo estadísticamente más complicado reparar una relación si sólo uno de los dos quiere asistir a las sesiones con el psicólogo.
Durante los últimos años, se ha observado un notable aumento de parejas que acuden a pedir apoyo para mejorar su relación. En este aspecto, los factores más influyentes son la falta de comunicación, falta de deseo y confianza. Además, la mayoría de estas parejas exponen posteriormente la gran mejoría que obtienen tras someterse a terapia.
¿Cuáles son los objetivos de acudir a terapia de pareja?
El objetivo principal de la terapia cognitivo conductual es recuperar una relación casi perdida, no obstante existen otros objetivos que persigue este tipo de terapias como es, el tener una ruptura poco conflictiva, en efecto, que produzca el menor daño posible en ambas partes implicadas y las personas que les envuelven, tanto si es para romper la relación o para recuperarla. Además, y pudiéndolo clasificar como el objetivo más importante es el de enseñar a las personas implicadas a poder solucionar y resolver los conflictos futuros por ellos mismos, sin asistencia externa.
Teniendo en cuenta por otro lado que una pareja se compone de dos partes, es imprescindible buscar la solución en ambas, utilizando de este modo unos recursos que se ajusten al tipo de motivo que provoque los problemas de pareja. Desde este punto de vista cabe mencionar la importancia de ser feliz, pero no sin trabas, sino sabiendo solucionarlos, enfrentándose y adaptándose a ellos.
En atención a la problemática expuesta, la terapia de pareja solo es un recurso fácil de adquirir y con muy buenos resultados que de manera gradual, aumenta entre la población debido a la manera en que la sociedad borra el estigma que producía la consulta a profesionales para solucionar y resolver problemas en la estructura de pareja. Las metas serán establecidas por el par bajo la conducción del terapeuta.
Durante el transcurso de las sesiones, las parejas hallarán opciones diferentes en la manera de llevar la relación, con la meta principal de viabilizarla y de hacerla más satisfactoria. Dicho esto, podríamos enumerar que algunos objetivos de acudir a terapias de parejas podrían ser, de entre otros:
Mejorar la comunicación, solidificar la relación, optimar la comprensión manejando las diferencias y resolviendo problemas. Entre estos, uno de los más frecuentes suele ser el cómo superar una infidelidad. Superar una infidelidad es uno de los motivos principales por el cual las parejas se plantean ir al psicólogo especializado en psicología clínica o al sexólogo y empezar métodos terapéuticos.
Suelen ser muy comunes también las dificultades entre la pareja y los hijos en un divorcio, por ejemplo. Otro tema que debemos ver cuando tratamos el conflicto en la familia con o sin hijos es la parte de la experiencia del sexo como elemento de satisfacción en nuestra vida.
Rebajar la tensión entre los dos miembros de la pareja y aprender, fomentando el progreso individual de los dos miembros ya que el análisis de los conflictos puede ser una buena ocasión de cambio tanto a nivel personal como de pareja.
Estos procedimientos basados en la psicología clínica son válidos para solucionar posibles dificultades sexuales, la terapia de pareja también puede servir como preparación pre-matrimonial si se quiere perfeccionar la comprensión y la relación antes del matrimonio.
¿Qué ejercicios para terapia de pareja se pueden realizar?
Detrás de las discusiones y malentendidos siempre existen pequeños problemas no resueltos que son los que hay que encontrar. Para ello, se intenta favorecer el diálogo, dejando de lado el monólogo, aprendiendo por tanto a hablar y escuchar, en definitiva empatizar, entender y respetar.
En la terapia de pareja, ejercicios realizables hay de distintos tipos dependiendo del tipo de enfoque: individual o en conjunto, en pareja en la intimidad o en pareja en la consulta. Entre estos enumeraré algunos de los más importantes y sobre los cuales se han observado los mejores resultados.
Suena difícil y lógico a la vez, pero intentar crear nuevos recuerdos y nuevas vivencias puede ser el mejor ejercicio. Por ejemplo, salir a tomar el aire juntos, leer un libro en común o hacer la comida juntos haría más fácil el crear buenos recuerdos y buenas nuevas sensaciones.
Alejarse del mundo y del día a día. Apagar el teléfono móvil y dedicar un rato íntimo para hablar cada uno de sus sensaciones. El día a día, la rutina a veces nos priva de estos momentos tan importantes para una relación. En los casos que haya niños, aun es menor el espacio íntimo del que se dispone, en estos casos, los otros familiares (hermanos, abuelos, etc.) nos pueden ser de ayuda extra.
Tener alguna afición personal puede favorecer la comunicación, añadiendo cosas sobre las que hablar en los momentos que antes hemos comentado.
Los tratamientos no solo pueden realizarse de forma presencial ante un profesional, en muchas ocasiones no se acude a pedir ayuda por vergüenza o falta de tiempo. A continuación se exponen algunos de los ejemplos de ejercicios que favorecen la comunicación, una de los motivos principales de crisis y malas rachas en las relaciones.
El primer paso es encontrar y adjudicar un momento al día de charla como anteriormente hemos comentado, preferiblemente por la noche, en la que se cuente todo lo sucedido durante el día, los problemas y alegrías, momentos divertidos y todas las anécdotas, así como hablar de sentimientos, si ha estado triste, alegre, cansado o malhumorado.
Asimismo, la tecnología no solo sirve para romper la estructura de las parejas, sino para unirlas más, de manera que puedes dejar mensajes de texto o de voz, eso sí, sin agobiar. Desde este punto de vista, es importante demostrar los sentimientos de amor y cariño a la persona que queremos tener al lado.
Por ejemplo se puede intentar hacer una lista de virtudes o cosas que os gustan de la otra persona, acompañando esta lista de una dedicatoria final, lo que puede ser un muy buen regalo en cualquier momento del día. Otra idea puede ser la de dejar un mensaje positivo cada mañana junto con el desayuno o al levantarse de la cama, lo que producirá un sentimiento de felicidad para todo el día. Esto lo podríamos resumir en una frase como: “intercambio de conductas positivas“.
Otro aspecto que debemos considerar es la necesidad de independencia, conceder momentos de soledad, lo que no significa dejar de compartir paseos, comidas o momentos de descanso. Finalmente, se aconseja mostrar gestos cariñosos durante las salidas en grupo, sin hacer un circo de ello. Estos gestos son gratificantes y reconfortantes. Y sobre todo, hablar y comunicarse en todas las cosas que nos molestan, aunque parezcan una tontería, aprendiendo también a respetar lo que molesta a nuestro/a compañero/a.
En la terapia de pareja, el ejercicio beneficiosamente más importante es no creer que la pareja estará ahí pase lo que pase. Han de seguir ganándose su amor y su cariño día a día para favorecer la plenitud de la relación.
¿Qué es necesario para empezar la terapia de pareja con éxito?
Antes de iniciar y acudir a terapias de parejas, ambos miembros de la pareja que quieren acudir deben estar seguros de querer seguir con la relación. Deben no dar por perdido o por acabado nada. Además, son consecuentes de que cada uno es responsable de la situación y están abiertos a cambios en sus actitudes y a implicarse con el proceso del tratamiento. El hecho de una vigente infidelidad, estando alguno de los dos interesado en una relación alternativa con otro individuo, dificulta (por no decir que imposibilita) la terapia de pareja.
De forma general, podemos decir que mejora la efectividad del proceso que ambas partes enumeren algunos aspectos positivos de la relación, al margen de los problemas que existan.
Conclusión y punto de partida.
En la mayoría de las relaciones aparecen momentos de desacuerdo, infelicidad o rutina que pueden poner punto y final al compromiso, incluso en el caso de los miembros de parejas casadas, el divorcio y posible problema con los hijos(si los hay). Es por ello, que con valentía y sin prejuicios, deben buscar terapias de pareja que ayuden a recuperar aquello que un día fue tan importante para ambos.
Así pues, aunque el día a día sea normal, no obstante, existen días en que hay que olvidar la rutina y sorprender, interesarse por los problemas que envuelven a la el cónyuge, entenderla, recuperar la confianza y la comunicación.
De este modo, si no os es posible solucionarlo por vuestra cuenta, podéis consultar en páginas de internet destinadas a este tipo de terapias, como la nuestra, donde os podremos apoyar con algunos consejos. Sobre todo, dejaos ayudar a encontrar y recuperar aquellos sentimientos de amor y pasión que formaron vuestra pareja, aprender de nuevo a ser felices juntos.
Si deseas comenzar terapia de pareja o estás interesad@ puedes utilizar el siguiente formulario de contacto para PEDIR CITA
Como construir y potenciar una relación de pareja.
Siguiendo a Judith S. Wallerstein se incluyen en este artículo las funciones psicológicas que hay que cumplir para incrementar la posibilidad de éxito en las relaciones de pareja. La base son las investigaciones que ha seguido la autora citada.
Su propuesta es potenciar la estructura interna de la pareja basada en la pasión, la intimidad y el compromiso junto con su papel que tiene en la sociedad como entidad única y diferenciada.
Papel social de la pareja:
Toma de decisiones. La toma de decisiones en la pareja se establece en la relaciones de poder que dan estabilidad y que se acomodan, la mayoría de las veces, a las capacidades de cada miembro de la pareja. No existe una forma ideal de tomar las decisiones, sino que se tiene que realizar de forma aceptable para ambos miembros de la pareja.
Separación de la familia de origen. La pareja es una unidad social, por eso es fundamental separarse emocionalmente de la familia de origen. No para romper relaciones, sino para tener una identidad diferenciada de padres y hermanos y poder construir la propia familia.
Actuación en el amor
La teoría triangular del amor incluye la pasión, la intimidad y el compromiso. Para potenciar y conseguir una relación de pareja plena hay que actuar en las tres vertientes.
Incrementar la pasión. Para lo que es preciso:
Conservar las imágenes románticas, idealizadas iniciales que se han tenido del otro, y que hicieron que te enamoraras de él, ayuda a enfrentar las realidades y cambios que imprime el tiempo tanto en el cuerpo con los achaques normales de la edad, como con las manías y costumbres que se van desarrollando o perdiendo con la rutina de la convivencia. (más…)
LAS RELACIONES CODEPENDIENTES: ¿AMAMOS O DEPENDEMOS?
Las relaciones codependientes (apego afectivo) son relaciones adictivas que se alejan mucho del amor. La persona dependiente se diluye en la otra perdiendo de vista sus ideas, valores, proyectos, y, en definitiva, su individualidad.
No debemos confundir el amor con la dependencia afectiva. Es esto precisamente lo que ocurre en muchas relaciones de pareja, amistad, etc. El miedo a la pérdida, al abandono y a muchos otros aspectos hacen nacer relaciones amorosas adictivas e, incluso me atrevería a decir, enfermizas.
En principio no hay nada de malo en amar a una persona hasta el punto de que se haría cualquier cosa por ella mientras que ese “hacer cualquier cosa por ella” no afecte de ninguna manera ni a la identidad de cada uno, ni a los principios, ni a las metas ni a lo que es cada uno esencialmente.
El apego, a diferencia del amor, se define como la inclinación, dependencia, afición o adicción hacia algo o alguien. Por ello, el apego (que forma relaciones codependientes) es una causa de sufrimiento porque esclaviza a las personas impidiéndoles ver la realidad; desde ese punto de vista, no hay apegos grandes o pequeños ya que todos son igualmente negativos. El apego es un sentimiento de pertenencia, posesividad, miedo e interés. Es el amor enfermo hacia la otra persona la que provoca la pérdida del norte de la propia vida a causa de estar pendiente del otro. Cuando sentimos apego respiramos el mismo aire de esa persona, queremos controlar lo que hace, dice y piensa, casi quisiéramos meternos en su propia piel para entender todo sobre la otra persona. Así, nos convertimos en un apéndice de la otra persona, perdiendo nuestra propia valía e independencia personal. (más…)