Complejos

El Mundo de los Complejos.

Complejo, creada por Carl G. Jung y popularizada por la discusión del psicoanálisis Freudiano. En psicología significa conjunto de sentimientos inconscientes, adquiridos por experiencias vividas en la infancia y que influyen sobre la personalidad. Son respuestas que generan nuestra mente ante una discapacidad o una diferencia con los demás.

En la mayoría de los casos se trata de pensamientos irracionales que atormentan a la persona la cual les da un valor sobre dimensionado y de ahí el malestar que se produce. Pocas veces tienen que ver con la realidad del individuo y realmente es la propia persona la que ha exagerado ese complejo y le ha dado una importancia superior a la debida.

En psicoanálisis designa el agregado estructurado de deseos, ideas, pensamientos y mociones inconscientes que al ser percibidos como perturbadores, han sido desplazados o reprimidos y que tienden a retornar de diversas formas.

Un complejo es un Conjunto organizado de representaciones y de recuerdos dotados de intenso valor afectivo, parcial o totalmente inconscientes. En términos sencillos un complejo es un rasgo físico o psicosocial que nos causa preocupación excesiva. Además, en un sentido coloquial y no estrictamente técnico, se habla de una persona “acomplejada” o que sufre “complejos psíquicos” cuando presenta una marcada disconformidad con alguno o varios aspectos físicos o psíquicos de su persona, los que experimenta o percibe subjetivamente con sentimientos de minusvalía.

¿Cuándo suelen aparecer?

Generalmente se originan en la infancia, se afianzan en la adolescencia y si no se superan, se manifiestan abiertamente en la etapa adulta.

¿Por qué se originan?

Los complejos se generan en la propia mente, a menudo ese defecto que se ven ni siquiera existe, todo está en su cabeza.

Su origen reside en múltiples factores:

  • Defectos físicos.
  • Choques emocionales.
  • Deseos no satisfechos.

¿Cómo se manifiesta una persona acomplejada?

  • Generalmente nos encontramos con personas atormentadas, amargadas, que se sienten incómodas y rechazan los cambios naturales de la vida.
  • Son personas que se sienten inseguras e inferiores a los demás.
  • Tienen problemas de autoestima importantes.
  • Los complejos físicos son difíciles de asumir: vivimos en una sociedad marcada por lo superficial y lo físico, que a menudo no busca más allá, en el interior de las personas.

Sentimientos de inferioridad

  • Existen dos tipos de sentimientos de inferioridad: los innatos y los adquiridos.
  • Con los sentimientos innatos nacemos y conforman nuestra personalidad.
  • Los sentimientos adquiridos se crean con el tiempo y son fomentados por el entorno social y cultural, por estar demasiado pendientes del “qué dirán”.
  • Hay casos en los que el acomplejado procura disfrazar su problema y adopta actitudes defensivas: pueden aparecer entonces gestos altivos, despectivos y altaneros, insolencia, falta de respeto y tiranía hacia los demás.

En otras ocasiones la persona acomplejada recurre a la provocación con actitudes llamativas o ropas extravagantes.

Características de las personas acomplejadas

  • Suelen ser muy observadoras y admiradoras de las virtudes y posesiones ajenas, pero no saben valorar las propias.
  • Son hipersensibles y susceptibles: a menudo interpretan los gestos, las palabras o las actitudes de los demás como rechazo o falta de interés por su persona.
  • Viven siempre centradas en sus propios problemas y limitaciones.
  • Tienen un exagerado temor al fracaso, lo que las lleva a la pasividad.
  • Generan un círculo vicioso: por sentirse inferiores actúan de manera insegura, lo que provoca que los demás las consideren incompetentes, y eso conduce a aumentar su complejo.
  • Suelen tener problemas de relación con las demás personas.

El papel de la familia

  • La familia es el primer factor determinante de los complejos.
  • Hasta los 7-8 años los padres forjan el 90% de los criterios con el ejemplo.
  • La sobreprotección o la falta de apoyo, así como los reproches sobre determinados comportamientos o conductas del niño causan en éste una baja autoestima.
  • Si en su familia el niño no se siente querido, valorado o respetado, su personalidad se tornará frágil e insegura.

El papel de la escuela

  • El otro gran foco generador de complejos es el entorno escolar.
  • Los niños tienen una gran capacidad para mofarse de los defectos ajenos y bautizar a la víctima con el más sangrante de los apodos posibles.
  • Por esa razón convertir en complejo una característica física (una estatura baja o muy alta, la obesidad, las piernas torcidas, los dientes defectuosos, una gran nariz, etc) mediante la burla puede derivar en un severo problema de autoestima.

El papel de la sociedad

  • Las pautas de belleza o de vida que marca la sociedad no siempre se ajustan a la realidad.
  • Por ello las personas que queden al margen de estos cánones pueden ser presa fácil de complejos.
  • Un sector especialmente sensible a estas circunstancias son los adolescentes: para ellos pueden cobrar una dimensión insospechada factores aparentemente tan inofensivos como la aparición de granos, el cambio de la voz, ganar peso o tener un busto pequeño.
  • El no saber adaptarse a estos cambios físicos puede conllevar un sentimiento de inseguridad continuo en algunos adolescentes.
  • En esta etapa de la vida la apariencia física pasa a ocupar un lugar primordial.

Cómo superar los complejos

  • Buscar siempre el lado positivo de las cosas, no todo es negro y negativo, seguro que hay algo que se puede destacar.
  • Potenciar tus virtudes y tapar los defectos para superar los complejos, una vez asimilados.
  • Ser realista y saber lo que cada uno tiene y a dónde puede llegar.
  • Ponerte retos y metas cercanas y accesibles para reforzar tu autoestima, pensando siempre en positivo.
  • Intentar tapar los defectos aunque no siempre se puede.

Aprender a vivir con los complejos

  • Lo primero siempre debe ser descubrir las causas del complejo y autoconvencerse de que el complejo puede ser vencido.
  • Tres normas básicas que permiten o ayudan a superarlos:
  • tener un conocimiento de sí mismo y aceptarse tal como cada uno es.
  • realizar un esfuerzo personal para superarse.
  • abrirse a los demás, iniciar una apertura social.
  • Es fundamental aprender a vivir con los complejos, es importante no obsesionarse con ellos y ser consciente de tus complejos para asimilarlos.
  • Rescatar el sentido del humor.
  • La cirugía estética no es la solución y debe dejarse como la última alternativa: puede perjudicar la psicología de la persona y después de una operación quizás se descubrirá otro complejo y se volverá a plantear otra cirugía.
  • Aprender a quererse uno mismo, aceptándose y valorándose, con virtudes y defectos.
  • Buscar los aspectos positivos de la propia personalidad y repasar nuestras virtudes y cualidades.
  • Jamás se debe basar la conducta, el comportamiento, la vida en general, en la apariencia externa.
  • Reforzar la autoestima con pensamientos positivos: así se gana confianza y seguridad en sí mismo, que son los factores que se pierden con los complejos.
  • Hay que valorarse por lo que uno es, y no por lo que los demás digan de uno.

Un complejo se forma a partir de las relaciones interpersonales de la historia infantil, puede estructurar todos los niveles psicológicos: emociones, actitudes, conductas adaptadas.

Todos tenemos partes de nuestro cuerpo que no nos gustan y nos llegan a crear alguna incomodidad o complejo. También tenemos alguna preocupación o complejo psicosocial en donde nos sentimos por arriba o por abajo del comportamiento promedio. Si esa característica de tu cuerpo o mente se convierte en un pensamiento obsesivo, entonces podemos tener la certeza que estamos frente a un complejo.

En la parte científica podemos identificar muchos tipos de complejos, entre los más comunes encontramos: El complejo de Edipo o conflicto edipico y el de castración, en psicoanálisis.

Algunos otros complejos que no están clasificados en los manuales de consulta especializados en psiquiatría son:

Complejo de Aristóteles

Complejo de Aquiles

Complejo de Bovary

Complejo de Brummel

Complejo de Caín

Complejo de Abel

Complejo de Cenicienta

Complejo de Hamlet

Complejo de Judas

Complejo de Münchausen o complejo de Pinocho

Complejo de Pulgarcito

Complejo de Wendy

Complejo de Peter Pan

Complejo de Agar y Sara

Complejo de Agripina

Complejo de Alejandro

Complejo de Antígona

Complejo de Brunilda

Complejo de Creso

Complejo de Dafne

Complejo de Electra

Complejo de Empédocles

Complejo de Eróstrato

Complejo de Job

Complejo de Judas

Complejo de Narciso

Complejo de Otelo

Complejo del Psicoanalista

Etc…

  • Otros complejos; complejo de Hulk , de nalgón(a), de tener pene chico, de pobre, de rico, de sentirse inteligente, de metrosexual, de ser bondadoso, de tener mucho pecho o nada de pecho y la lista es inmensa. Aquí aplica el dicho de:“dime de qué hablas y te diré de lo que careces”.

Sugerencias para el cambio

  • El tratamiento generalmente consiste en una terapia cognitiva conductual (logrando una reingeniería en sus pensamientos) combinada de trabajo en el consultorio y casi siempre el uso de algún ansiolítico o antidepresivo.
  • Si el paciente no quiere tomar algún medicamento, se utilizan técnicas de relajación y la tecnología de campo electromagnético pulsante de baja frecuencia a manera de equilibrar el cuerpo disminuyendo la ansiedad y la depresión.
  • Desafortunadamente un paciente puede tardar muchos años en darse cuenta de que tiene una alteración en la forma de verse y ser visto por los demás.
  • Conocer y difundir más sobre este tipo de complejos. Mostrar modelos saludables en casa y elevar el autoestima del paciente.
  • Aceptarse así mismo con virtudes y defectos.

Comencemos aceptando que la condición humana, el sujeto, la sociedad, la cultura, la educación, la política, la   economía, son mucho  más complejos  que los fenómenos biológicos o físicos. Para hacer frente esta época actual, a una sociedad muy compleja, donde los fenómenos sociales, políticos, económicos  y culturales  se dan indefectiblemente unidos, de tal forma que para poder comprenderlos racional y científicamente habrá que tener en cuenta el contexto particular en donde estos surgen. Por eso, vivir en el siglo XXI, implica vivir en una era con desafíos muy complejos, a los que solo podremos enfrentar si la educación logra promover una inteligencia general apta para comprender la muldimensionalidad en que nos movemos, respetando la individualidad de las sociedades y el contexto de la sociedad global.