La terapia sexual en el tratamiento de la disfunción sexual.
La terapia sexual es un tipo de psicoterapia para el tratamiento de la disfunción sexual. Con la terapia sexual, se pueden atender problemas relacionados con la función sexual, sentimientos sexuales y de intimidad — ya sea en terapia individual o en pareja. Muchas parejas tienen o han tenido en el curso de su vida de pareja una dificultad de orden sexual. Si usted está sufriendo alguna dificultad en su relación y le gustaría retomar su vida sexual y vivir su sexualidad satisfactoriamente, nosotros podemos ayudarle.
Importancia de la terapia sexual o sexología clínica
La sexualidad es un elemento importante en la vida de una pareja. Debido a las dificultades usuales de la vida en pareja, un gran porcentaje de las parejas atraviesan periodos en los que no logran encontrar el tiempo o la energía para una vida sexual regular y plena. Las estadísticas muestran que más de un 50% de las parejas tienen o han tenido en el curso de su vida en pareja una dificultad de orden sexual. En las mujeres, es común sobre todo la dificultad de lograr un orgasmo y el vaginismo. En los hombres, aparecen principalmente las dificultades de eyaculación y de erección. En ambos, es frecuente una disminución o pérdida de apetito sexual. Si se ha presentado alguna dificultad en su relación y le gustaría retomar una vida sexual satisfactoria, nosotros podemos ayudarle.
¿Qué es la terapia sexual?
La terapia sexual (o sexología clínica) es un tipo de psicoterapia para el tratamiento de la disfunción sexual. Con la terapia sexual, se pueden atender problemas relacionados con la función sexual, sentimientos sexuales y de intimidad — ya sea en terapia individual o en pareja.
Las disfunciones sexuales que pueden ser atendidas por un sexólogo con terapia sexual incluyen eyaculación precoz, disfunción eréctil, libido disminuida, adicción sexual, falta de confianza sexual.
También puede asistir a personas que se recuperan de un asalto sexual, problemas relacionados con el estrés, cansancio y otros factores del ambiente y de las relaciones. La terapia sexual puede ser efectiva para adultos de cualquier edad, sexo y orientación sexual. Los terapeutas sexuales o sexólogos ayudan a las personas que experimentan problema en superar estos problemas, favoreciendo la posibilidad de retomar una vida sexual activa.
Causas de las dificultades sexuales
Las dificultades sexuales generalmente son un resultado de experiencias traumáticas o sentimientos negativos que impiden a la persona ser capaz de vivir una vida sexual íntima satisfactoria. Además, la información que recibimos, por parte de la educación de los padres, en la escuela, los medios, la religión, muchas veces juega un papel importante en la medida que adquiere la forma de prejuicios o ideas inadecuadas e interfiere en el desarrollo sano la vida sexual.
Los problemas sexuales pueden ser resultado también de otros problemas mentales, como la depresión, la ansiedad e incluso el estrés, y puede ser derivado de condiciones físicas, como problemas urinarios, desequilibrio hormonal que resultan de la manopausia o alumbramiento.
¿Cuando acudir a terapia sexual?
Los problemas sexuales no son inusuales. Se estima que alrededor de 30% y 45% de los adultos sufren de alguna dificultad de orden sexual, dependiente del género y la edad. Si usted sufre de alguna de las dificultades sexuales anteriores, le sugerimos consultar a un especialista que le ayudará no solo a deshacerse de creencias, actitudes o conductas perjudiciales para su sexualidad, sino sobretodo a aprender los conocimientos, actitudes y conductas útiles y favorables al desarrollo sexual y el de su pareja.
Objetivos de la terapia sexual
El sexólogo o terapeuta sexual buscará mediante la terapia ayudarle a resolver muchas dificultades sexuales, desde la preocupación sobre el funcionamiento sexual a las maneras y dinámicas para relacionarte con su pareja. A través de la terapia sexual, podrá aprender a expresar sus preocupaciones claramente, entender mejor sus propias necesidades sexuales y comprender también las necesidades de su pareja sexual. El objetivo de la sexología clínica es dar lugar a la capacidad en las personas de vivir de manera satisfactoria su sexualidad en compañía de su pareja.
Cómo se trabaja en terapia sexual
Hablar de la intimidad y la vida sexual no es fácil y puede resultar incómodo. Recuerde que los sexólogos o psicólogos clínicos certificados tienen experiencia en generar un espacio de tranquilidad y confianza, y tienen capacidad para identificar y explorar las inquietudes de orden sexual. En la primera sesión, el sexólogo le pedirá que describa sus preocupaciones sexuales. Los asuntos sexuales pueden ser complejos, el terapeuta insistirá en obtener información para tener una idea clara de los factores involucrados en la problemática. Una vez que se adquiera comprensión de la situación, se discutirán las maneras de resolver las dificultades de modo que pueda mejorarse la comunicación y la vida íntima y sexual.
El terapeuta sexual suele trabajar mediante ejercicios en casa, que pueden ser individuales y, en caso de tener vida sexual activa, en conjunto con la pareja. Las tareas que se asignan pueden ser :
❖ ejercicios de comunicación con tu pareja
❖ pausar y llevar más lento el acto sexual, para poder observar lo que se está sintiendo
❖ cambiar ciertas dinámicas con las que se interactúa la pareja durante el acto sexual
❖ leer o ver videos educacionales acerca de técnicas sexuales
Motivos frecuentes de consulta de terapia sexual:
❖ Ansiedad respecto al sexo
❖ Impotencia
❖ Eyaculación precoz
❖ Disminución o pérdida de deseo sexual (libido)
❖ Ansiedad o incertidumbre acerca de la orientación sexual
❖ Abuso sexual
❖ Vaginismo
❖ Autoestima respecto a la imagen del cuerpo
❖ Impulsos o compulsiones sexuales
❖ Adicción al sexo
❖ Promiscuidad
¿Qué otros trastornos sexuales pueden tratar los sexólogos?
• Deseo sexual hipoactivo (asexualidad)
• Trastorno de aversión sexual (elusión o falta de deseo de intercambio sexual)
• Trastorno de excitación sexual femenina (fallo de la normal respuesta de excitación sexual: lubricación)
• Disfunción eréctil masculina
• Trastorno del orgasmo femenino (anorgasmia)
• Trastorno del orgasmo masculino (anorgasmia)
• Dispareunia
• Parafilias
• Trastorno de identidad de género
• Trastorno de estrés postraumático debido a mutilación genital o abusos infantiles
• Insatisfacción sexual (no específica)
• Deseo sexual inhibido o frigidez
• Anorgasmia
• Enfermedades de transmisión sexual
• Infidelidad
• Retardo o ausencia de eyaculación tras un estimulación adecuada
• Incapacidad para controlar el momento de la eyaculación
• Incapacidad para relajar los músculos de la pared vaginal lo suficiente para permitir el coito
• Lubricación vaginal inadecuada antes y durante el coito sexual
• Dolor en la vulva o la vagina durante el contacto sexual
• Infelicidad o confusión respecto a la orientación sexual
• Las personas transexuales o transgénero pueden tener problemas sexuales (antes o después de la cirugía), aunque la condición transexual o transgénero no sea un problema sexual en sí mismo.
• Síndrome de excitación sexual persistente
• Hipersexualidad
• Ablación de clítoris
• Circuncisión
La terapia sexual es realizada por psicólogos o psicoterapeutas que tienen entrenamiento especial en asuntos relacionados con la sexualidad y las relaciones. Esta credencial permite llamarles sexólogos. Los sexólogos y sexólogas certificados no tienen relaciones sexuales con sus pacientes, ni se relacionan mediante ningún contacto físico.
La terapia sexual es usualmente terapia breve, con un número limitado a 12 o 15 sesiones. El plan de tratamiento depende de las inquietudes y los motivos de consulta del paciente.
¿Cuál es la diferencia entre el psicólogo, el psicoterapeuta, el psicoanalista y el psiquiatra?
Esta diferencia tiene que ver en principio con los estudios que realiza cada uno:
Psicólogo
El psicólogo tiene estudios universitarios en psicología y atiende las dificultades psicológicas desde una compresión del comportamiento humano. Realiza el diagnóstico y el tratamiento dándole más importancia a las dimensiones del pensamiento, las afecciones y la conducta, ayudándole al paciente a comprender, resolver las dificultades psicológicas y en sus relaciones que enfrenta para de este modo obtener bienestar psicológico.
Los psicólogos licenciados están calificados para dar psicoterapia y consejería, realizan pruebas psicométricas y proveen tratamiento para los trastornos mentales y dificultades psicológicas de la vida cotidiana. A diferencia con el psiquiatra, el psicólogo no cuenta con el derecho de prescribir fármacos como tratamiento (a excepción de algunos países en los que sí pueden dar medicamentos). En ocasiones, un psicólogo puede trabajar en conjunto con un psiquiatra que provea un tratamiento fármaco para los trastornos mentales, mientras el psicólogo provea psicoterapia.
Psiquiatra
El psiquiatra en cambio tiene una formación en medicina y una especialización en trastornos psiquiátricos, su enfoque generalmente es médico y le da más importancia a los aspectos orgánicos de los trastornos mentales. El psiquiatra utiliza principalmente la farmacología (prescripción de fármacos) para mejorar los síntomas incapacitantes de los trastornos psicológicos, sin embargo algunos también realizan intervención con psicoterapia (esto significa que aprenden técnicas de ciertas psicoterapias, sin que sea necesario la obtención de un título universitario)
Usualmente, el psicólogo se encarga del tratamiento psicoterapéutico y el psiquiatra controla la medicación en caso que sea necesario. Es común que ambos profesionales trabajen de la mano en algunos casos como son la depresión mayor, el trastorno bipolar y el trastorno borderline.
Psicoterapeuta
Es importante aclarar que psicoterapeuta tiene una especialización en psicoterapia (en un instituto privado) pero no posee necesariamente estudios universitarios. Por tal motivo el psicoterapeuta no está controlado ni protegido por la ley (como sí lo está el psicólogo y el psiquiatra). El título de psicoterapeuta no es controlado: no existe reglamentación, programa universitario permite enseñar el arte de la psicoterapia. La psicoterapia se refiere al trabajo del descubrimiento de sí, el mejoramiento de la calidad de vida y de las relaciones de una persona (en ocasiones los psicólogos y los psiquiatras se llaman así mismos psicoterapeutas). Los psicoterapeutas están formados en diversas técnicas y enfoques como laTerapia Gestalt, la PNL (Programación neurolingüística), el psicodrama, la hipnosis, entre otras. Generalmente estas técnicas de psicoterapia son más directivas que los enfoques utilizados por los psicólogos, se apoyan más en el consejo y la búsqueda de soluciones: el terapeuta interviene, realiza frecuentemente feed-back, sugiere y aconseja, dando lugar a un trabajo interactivo.
Psicoanalista
El psicoanalista no necesariamente tiene estudios universitarios de psicología clínica, sin embargo en su mayoría poseen estudios de medicina/psiquiatría, de psicología o bien de filosofía. El psicoanalista tampoco está controlado ni protegido por la ley. Un psicoanalista realiza sus estudios en un instituto privado bajo la enseñanza de uno o varios especialistas. Asimismo, tiene por obligación de seguir él mismo un análisis personal durante varios años, antes de ejercer.
El enfoque que practica el psicoanalista es el análisis, ya sea en diván o en sillón frente a frente. Una de las diferencias principales con los demás enfoques psicológicos es que trabajar a partir del inconsciente: es decir, postula que no tenemos control voluntario ni consciente del curso de nuestra vida, por lo que resulta necesario un análisis profundo del inconsciente. El tratamiento psicoanalítico explora cómo estos factores inconscientes afectan las relaciones actuales y patrones de pensamiento, emoción y de comportamiento.
A menudo a la psicoterapia se le conoce con el nombre de “terapia de diálogo”, y eso es precisamente lo que hará durante su tratamiento. Usted y el psicólogo entablarán un diálogo referente a sus problemas y a cómo solucionarlos.
¿Qué debo esperar en la progresión de mi tratamiento de psicoterapia?
A medida que avanza su psicoterapia, se seguirá forjando una relación terapéutica y de confianza con el psicólogo.
Es probable que, como parte del proceso continuo de conocerle más, el psicólogo quiera realizar algunas evaluaciones. Los psicólogos están capacitados para administrar e interpretar pruebas que determinan la profundidad de su depresión, identifican importantes características de personalidad, revelan estrategias no saludables para lidiar con sus problemas, como el abuso de la bebida, o detectan discapacidades de aprendizaje. Por ejemplo, si un padre lleva a consulta a un niño que, a pesar de ser brillante, tiene problemas de rendimiento académico, el psicólogo podría evaluar si el niño confronta dificultades de atención o una discapacidad de aprendizaje no detectada. Los resultados de las evaluaciones le permiten al psicólogo diagnosticar un problema o arrojan más información acerca de cómo usted piensa, se siente y se comporta.
Además, usted y el psicólogo seguirán explorando sus problemas por medio del diálogo. A algunas personas, el solo hecho de poder hablar libremente de un problema les proporciona alivio. En las primeras etapas de la psicoterapia, el psicólogo le ayudará a aclarar cuál es su molestia. Luego pasará a una fase de solución de problemas en la que ambos trabajarán en conjunto para encontrar otras formas de pensar, comportarse y manejar sus sentimientos. Es posible que durante las sesiones haga ejercicios en los que dramatice nuevas conductas y haga asignaciones en casa para practicar nuevas destrezas entre sesiones. A medida que transcurra el tratamiento, usted y el psicólogo evaluarán su progreso y determinarán si hay que reformular o ampliar sus objetivos originales.
En algunos casos, el psicólogo podría sugerir la participación de otras personas. Por ejemplo, si tiene problemas de pareja o de relaciones humanas, la participación con el cónyuge o pareja en la sesión puede ser de utilidad. De forma similar, es aconsejable que una persona que confronte dificultades en la crianza de sus hijos los lleve a las sesiones. Aquellos que tienen dificultad para interactuar con los demás podrían beneficiarse con la psicoterapia de grupo.
A medida que vaya resolviendo el problema que le llevó a buscar ayuda en la psicoterapia, también adquirirá nuevas destrezas que le harán verse a sí mismo y al mundo de forma diferente. Aprenderá a distinguir las situaciones que puede cambiar y las que no y a concentrarse en mejorar las cosas que están bajo su control.
También adquirirá resiliencia, la cual le ayudará a lidiar mejor con retos futuros. Por ejemplo, un estudio sobre el tratamiento de la depresión y la ansiedad realizado en el año 2006 revela que los métodos cognitivo y conductual usados en la psicoterapia, tienen un efecto duradero que reduce el riesgo de que vuelvan a aparecer los síntomas, aún después de terminado el tratamiento. Otro estudio descubrió un resultado similar al evaluar los efectos a largo plazo de la psicoterapia psicodinámica.
En breve tendrá una nueva perspectiva y nuevas formas de pensar y comportarse.
¿Cómo puedo aprovechar al máximo la psicoterapia?
La psicoterapia es diferente a los tratamientos médicos o dentales, en los que el paciente se sienta pasivamente mientras los profesionales trabajan con ellos y les comunican sus diagnósticos y planes de tratamiento. En la psicoterapia el psicólogo no le dice lo que debe hacer. Es una colaboración activa entre usted y el psicólogo.
De hecho, cientos de estudios han descubierto que una parte muy importante de lo que hace que la psicoterapia dé resultado es la relación de colaboración entre el psicólogo y el paciente, que también se conoce como alianza terapéutica. O sea, lo que ocurre cuando el psicólogo y el paciente trabajan juntos para lograr los objetivos de este último.
Participe de forma activa en la psicoterapia. Contribuya a establecer los objetivos del tratamiento. Colabore con el psicólogo pera crear calendario de metas. Haga preguntas sobre su plan de tratamiento. Si piensa que determinada sesión no funcionó como esperaba, exprese su opinión y sostenga un diálogo para que el psicólogo pueda responder y adaptar su tratamiento con mayor efectividad. Pídale al psicólogo que le recomiende libros o sitios web con información útil sobre sus problemas.
Y como el cambio de comportamiento es difícil, la práctica también es vital. Es fácil recaer en viejos patrones de pensamiento y conducta y debe mantenerse alerta a esto entre sesiones. Esté atento a su reacción ante las cosas, recurra a lo aprendido en las sesiones con el psicólogo y aplíquelas en esas situaciones de la vida real. Cuéntele al psicólogo lo que ha aprendido entre sesiones. Este tomará en cuenta esta información y la incorporará a lo que ocurre durante la consulta para ayudarle mucho más. Mediante la práctica regular podrá consolidar sus logros, terminar el tratamiento de psicoterapia mucho antes y mantener sus progresos una vez concluido.
¿Debo preocuparme por el respeto a la confidencialidad?
Los psicólogos consideran extremadamente vital el respeto a su privacidad. Es parte de su código de ética profesional. Pero más importante aún es que se trata de una condición para conservar su licencia profesional. Los psicólogos que violen la confidencialidad del paciente se arriesgan a perder la capacidad de ejercer su profesión en el futuro.
Para que el tratamiento de psicoterapia sea lo más efectivo posible, usted debe ser franco y honesto sobre sus pensamientos y comportamiento más íntimos. Aunque esto puede ser angustioso, no tiene que temer que el psicólogo revele sus secretos a otras personas, con excepción de que se trate de las situaciones más extremas. Por ejemplo, si le confiesa que proyecta hacerse daño a sí mismo o a otras personas, el psicólogo tiene la obligación de informarlo a las autoridades para proteger el paciente y la seguridad de terceros. Los psicólogos también deben informar cualquier caso de abuso, explotación o abandono de niños, ancianos o discapacitados. Además, el psicólogo pudiera tener la obligación de proporcionar cierta información ante la corte en procesos judiciales.
Por supuesto, usted puede darle al psicólogo permiso por escrito para revelar todas o parte de sus conversaciones con su médico, maestro o cualquier otra persona que usted desee.
Los psicólogos se toman tan en serio la confidencialidad, que probablemente ni le saluden si se encuentran en un supermercado u otro sitio. Tampoco hay problema alguno si el paciente hace lo mismo. El psicólogo no se ofenderá, pues comprende que usted sólo está protegiendo su privacidad.