ANSIEDAD. Tratamiento de problemas y trastornos de ansiedad.

Psicólogo especialista en el tratamiento de trastornos de ansiedad.

La ansiedad (del latín anxietas, ‘angustia, aflicción’) es una respuesta emocional o conjunto de respuestas que engloba: aspectos subjetivos o cognitivos de carácter displacentero, aspectos corporales o fisiológicos caracterizados por un alto grado de activación del sistema periférico, aspectos observables o motores que suelen implicar comportamientos poco ajustados y escasamente adaptativos.

La ansiedad tiene una función muy importante relacionada con la supervivencia, junto con el miedo, la ira, la tristeza o la felicidad. En la actualidad se estima que un 20.5% o más de la población mundial sufre de algún trastorno de ansiedad, generalmente sin saberlo.

Tratamiento de:

– Trastorno de pánico.

– Trastorno obsesivo compulsivo: TOC.

– Trastorno por estrés postraumático: TEPT.

– Fobia social.

– Agorafobia.psicologos valencia trastorno obsesivo compulsivo toc

– Fobias específicas: aerofobia, amaxofobia, claustrofobia…..

– Trastorno de ansiedad generalizada: TAG.

FOBIAS ESPECÍFICAS:

– FOBIA A CONDUCIR (AMAXOFOBIA)

– FOBIA A VOLAR O A LOS AVIONES (AEROFOBIA O AVIFOBIA).

– FOBIA A LA SANGRE Y A LAS INYECCIONES.

– FOBIA AL VIH.

– FOBIA SOCIAL.

MIEDO A HABLAR EN PÚBLICO.

MIEDO A ATRAGANTARSE: FAGOFOBIA.

MIEDO A PONERSE ROJO: ERITROFOBIA.

– CLAUSTROFOBIA.

– OTRAS FOBIAS: A CIERTOS ANIMALES, A LAS ALTURAS, A LA MUERTE (NECROFOBIA)……

 PROGRAMAS PERSONALIZADOS DE ENTRENAMIENTO FÍSICO Y PSICOLÓGICO PARA EL CONTROL VOLUNTARIO DE LA ANSIEDAD:

La relajación aplicada enseña a las personas con trastornos de ansiedad a controlar sus síntomas por medio de la utilización de la imaginación y el control muscular. Las técnicas de relajación, tales como la respiración diafragmática, la meditación y la visualización, pueden aliviar algunos de los síntomas físicos más molestos y con un adecuado programa de entrenamiento a lo largo del tiempo llegar a controlarla definitivamente.

PROGRAMAS PERSONALIZADOS DE MODIFICACIÓN DE MALOS HÁBITOS:

Tener hábitos de consumo saludables es aconsejable para cualquier persona. En el caso de las personas con trastorno de ansiedad, como en otras enfermedades, está especialmente indicado. Para superar la ansiedad es fundamental modificar los malos hábitos:

– Hábitos alimenticios.Spiller figure DEF web

– Hábitos de consumo de sustancias: café, cannabis,cocaína,tabaco…..

– Hábitos horarios.

– Hábito a la automedicación.

– Hábitos sedentarios.

PRONÓSTICO.

En general, el pronóstico de mejoría de los problemas y trastornos de ansiedad es bueno. Con un tratamiento apropiado, alrededor del 50% de los pacientes mejoran en las primeras 3 semanas de iniciar el tratamiento y el 77% mejora dentro de los primeros 9 meses.

TRATAMIENTO DEL ESTRÉS.

El estrés psicológico puede entenderse como una sobrecarga para el individuo. Esta sobrecarga depende tanto de las demandas de la situación, como de los recursos con los que cuenta el individuo para afrontar dicha situación. Cuanto mayores sean las demandas de la situación y cuanto menores sean los recursos del individuo, la sobrecarga será mayor.

Es una relación particular entre la persona y el entorno que es evaluado por ésta como amenazante o desbordante de sus recursos y que pone en peligro su bienestar. Desde esta perspectiva, se considera más importante la valoración que hace la persona de la situación a la que se enfrenta que las características objetivas de dicha situación.

El estrés puede producir enfado o ira, irritabilidad y tristeza-depresión y entre otras reacciones emocionales. Además, podemos identificar claramente otros síntomas producidos por el estrés, como son el agotamiento físico, la falta de rendimiento, bloqueos, problemas sexuales (impotencia, eyaculación precoz, vaginismo, falta de deseo sexual), insomnio, etc.

LA TERAPIA COMO CAMBIO DE ESTILO DE VIDA

La mejor terapia es la que te reta a generar un cambio en tu estilo de vida o en tu estilo de pensamiento, es una terapia que te anima a reconectar con tus emociones, a conocerte a ti mismo y recuperar la confianza en ti.

La mejor terapia para la ansiedad es la que te ayuda a reconectar también con la valentía y fortaleza interior, y sobre todo, con la confianza de que estás a salvo y de que puedes vivir como quieres vivir.

La mente es la principal causa de tu ansiedad, la manera en la que interpretas la realidad, en cómo te viajas al futuro y en cómo crees todo lo que piensas.  Así es que es fundamental que empieces a desmentir los pensamientos que no son verdad, básate en los hechos más que en tus pensamientos, y descubre las creencias que te están aprisionando.

 

  • Se calcula que más de un 20% de las personas sufrirá una crisis de ansiedad en algún momento de su vida.
  • De las que aproximadamente un 9 % desarrollarán un trastorno de pánico.
  • Entre un 15 y un 30 % de los pacientes aquejados de pánico presentan fobia social; entre un 8 y 10 % sufren trastorno obsesivo el compulsivo, la fobia especifica se da entre el 10 y el 20 % de los pacientes y el trastorno por ansiedad generalizada el 25% (DSM-IV).
  • 2/3 de las cuales serán mujeres.
  • Un 7,5 % de la población sufrirá algún tipo de fobia relacionada con el miedo al miedo (fobia social, Claustrofobia, agorafobia…).
  • Muchos pacientes con trastorno de pánico desarrollan rasgos hipocondríacos. Asimismo pueden darse casos de abuso de sustancias y alcohol como estrategia para aliviar la ansiedad.

FOBIAS. Tratamiento personalizado de las fobias.

La terapia cognitivo conductual (TCC) ayuda a cambiar los pensamientos que causan el miedo. El tratamiento basado en la exposición. Esto implica imaginar partes de la fobia partiendo de la menos temida a la más temida. También lo pueden exponer gradualmente a su miedo de la vida real para ayudarlo a superarlo.

El mejor tratamiento para fobias específicas es una forma de psicoterapia llamada terapia de exposición. En ocasiones, el psicólogo también puede recomendar otras terapias o medicamentos. Entender qué es lo que causa una fobia en realidad es menos importante que centrarse en cómo tratar la conducta de evasión que se desarrolló con el tiempo.

El objetivo del tratamiento es mejorar la calidad de vida para que ya no te sientas limitado por tus fobias. A medida que aprendes a comprender y controlar mejor tus reacciones, pensamientos y sentimientos, descubrirás que la ansiedad y el temor disminuyen y ya no te controlan la vida. Por lo general el tratamiento se centra en una fobia específica por vez.

Psicoterapia

Hablar con un profesional de la salud mental puede ayudarte a controlar tu fobia específica. La terapia de exposición y la terapia cognitiva conductual son los tratamientos más eficaces.

  • La terapia de exposición se centra en cambiar el modo en que reaccionas al objeto o a la situación que te da miedo. La exposición gradual y reiterada a la fuente de tu fobia específica y a los pensamientos, los sentimientos y las sensaciones que se asocian puede ayudarte a aprender a controlar la ansiedad. Por ejemplo, si te dan miedo los ascensores, la terapia puede ir de simplemente pensar en entrar en un ascensor a mirar fotografías de ascensores, acercarte a un ascensor e ingresar en un ascensor. A continuación, puedes ir de un piso a otro, luego varios pisos y, después, en un ascensor lleno de gente.
  • La terapia cognitiva conductual implica exposición en combinación con otras técnicas, para aprender maneras de ver y enfrentar el objeto o la situación que causa miedo de un modo diferente. Aprendes a ver de otro modo tus miedos, las sensaciones en el cuerpo y el impacto que han tenido en tu vida. La terapia cognitiva conductual se centra en desarrollar confianza en ti mismo y en dominar tus pensamientos y sentimientos, en lugar de sentirte abrumado por ellos.

AMAXOFOBIA (miedo a conducir).

Según recientes estudios, cerca de un 33% de las personas que conducen sienten miedo y ansiedad al hacerlo, aunque de una manera más o menos controlada. A este trastorno se le conoce como Amaxofobia, término proveniente del latín “amaxo”= carruaje y “fobia”= miedo. Este porcentaje, llega a alcanzar el 54% cuando nos referimos a los conductores que padecen algún signo de ansiedad, en diferentes grados, cuando se sientan delante del volante. Afortunadamente solo un 4% de los conductores desarrollan un miedo tan incapacitante que les impide coger un coche. Si tienes miedo a conducir en algún grado puedes superarlo con:

– Un programa personalizado de TRATAMIENTO del miedo a conducir.

– Un programa personalizado de PRÁCTICAS DE CONDUCCIÓN adaptadas.

AEROFOBIA (avifobia, miedo a volar).

Viajar en avión cada vez es más habitual, pero todavía hay muchas personas que tienen miedo a subirse a un avión, en definitiva a: miedo a volar. Algunas de esas personas deben volar obligatoriamente, por ejemplo, por movitos de trabajo y no puede evitar utilizar este medio de transporte para desplazarse de un lugar a otro. No es difícil superar el miedo a volar con un adecuado tratamiento.

Si bien muchas de las características del miedo a volar son compartidas por quienes lo padecen, puede haber algunas diferencias: no todas las personas tienen los mismos miedos: unos temen encontrarse mal en el avión y no poder salir, otros temen que sea el avión quien se inestabilice o accidente; no todas las personas necesitan o responden por igual a las mismas técnicas o recursos de tratamiento.

Es aconsejable una asistencia o terapia personalizada e integral que disponga de diversos recursos útiles, personales y materiales, ajustados a las necesidades y disponibilidad de cada persona.

FOBIA SOCIAL.

La Fobia Social es un trastorno de ansiedad que tiene diferentes grados de severidad. Esta condición se caracteriza por que la persona presenta ansiedad clínicamente significativa y una incomodidad extrema que ocurre antes de o durante la exposición a grupos sociales, incluyendo situaciones donde puede ser sometido a evaluación o escrutinio por parte de otras personas.

El miedo del individuo es debido a la sensación de que puede ser humillado o actuar de forma embarazosa. El miedo puede ser excesivo o irracional para la persona, lleva a la evitación de las situaciones fóbicas o le causan ansiedad anticipatoria, además de interferir de forma significativa con su vida laboral o social. Sin tratamiento, la fobia social puede durar muchos años o incluso toda la vida, por lo que es aconsejable tratarla cuanto antes.

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Las fobias son un trastorno psicológico que tiene una amplia incidencia en la población mundial. Una de cada veinte personas, aproximadamente, padece una fobia de uno u otro tipo. Una persona fóbica siente un miedo exagerado y sin sustento real ante determinadas situaciones u objetos, y en ocasiones esto puede incluso provocarle malestar físico: temblores incontrolables, mareos, sudoración excesiva, palpitaciones, etc. En los casos más extremos, pueden llegar a producirse ataques de pánico. Las causas de la aparición de una fobia no siempre están claras. La mayoría de ellas tiene su origen en la infancia, si bien no deben confundirse con los temores infantiles normales.

FOBIA A LAS INYECCIONES (a las agujas, aicmofobia).

La aicmofobia es un miedo patológico producido por el contacto a las agujas u otros objetos puntiagudos que puedan cortar o pinchar. Es decir, la aicmofobia es una emoción persistente anormal, injustificada que se acompañada de sensación de miedo o temor a las agujas, inyecciones o a ser pinchado por alguna de ellas o por cualquier objeto punzante. Esta fobia comparte cierta relación con la blennofobia y con la tripanofobia que es la fobia a las agujas o, más específicamente, a los piquetes, a las inyecciones y es muy común en los niños.

FOBIA A LA SANGRE (hematofobia).

“Noto que da vueltas la habitación, creo que me voy a desmayar…”. Aunque esto es bastante inhabitual, hay un tipo de fobia en el que sí observamos desmayos frecuentes. Se trata de la fobia a la sangre. La respuesta fisiológica que se relaciona con el desmayo también se da en otro tipo de fobias (fobia a las inyecciones, al daño o accidente, a las intervenciones médicas,..) pero en mucha menor medida que en la anterior. Las investigaciones han mostrado que en las personas con miedo a la sangre se aprecian los síntomas característicos del desmayo, mientras que en las otras, especialmente en la fobia a las inyecciones, son más prevalentes los síntomas de ansiedad y tensión.

El desmayo es, pues, un hecho diferenciador fundamental con respecto a otro tipo de fobias. A nivel fisiológico, la explicación se encuentra en el síncope vasovagal de forma que el tratamiento es el habitual para las fobias (exposición), pero con un componente específico para esta respuesta fisiológica.

CLAUSTROFOBIA.

La claustrofobia es un trastorno psicológico manifestado en el miedo intenso a los lugares cerrados. Es una perturbación mental que provoca ataque de pánico ante la situación de encierro. Lo que más atemoriza a una persona con claustrofobia no es el lugar en sí mismo, sino el quedar encerrada, de allí la imposibilidad de abordar aviones, metros, ascensores, y practicarse una TAC (tomografía axial computarizada) aunque ponga en riesgo su propia salud.

En la población mundial de un dos a un cinco por ciento sufren de claustrofobia; y la aparición de la misma está relacionada con haber vivido una experiencia desagradable de encierro o asumir una situación ajena.

FAGOFOBIA: FOBIA A ATRAGANTARSE.

La fobia a atragantarse se basa en el miedo irracional a ahogarse que tiene la persona al anticipar o realizar la conducta de ingerir alimentos, bebidas o pastillas. La exposición a dicha conducta provoca en la persona una respuesta inmediata de ansiedad, que puede tomar la forma de un ataque de pánico situacional, y este fuerte miedo o ansiedad lleva a la persona a escapar o evitar la conducta de ingerir alimentos.

En relación a la etiología u origen, la fagofobia podría venir desencadenada a partir de una experiencia traumática en la que la persona sufre un atragantamiento, aunque en muchas ocasiones la persona que la sufre no ha tenido esta experiencia.

El miedo a atragantarse es anticipatorio y por tanto denota un problema de ansiedad en la base que debe ser tratado para corregir este problema.

TRATAMIENTO DE OTRAS FOBIAS ESPECÍFICAS:

ARACNOFOBIA (fobia a las arañas), BRONTOFOBIA (fobia a las tormentas), BASOFOBIA (miedo a caerse), LATROFOBIA (miedo al médico),…….

Tratamiento de trastornos psicológicos.

Trastornos de ansiedad y depresión.

Tratamiento de:

TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA (TAG)

Se caracteriza por un patrón de preocupación y ansiedad frecuente y persistente respecto de una variedad de eventos o actividades. Los síntomas deben extenderse al menos por 6 meses para poder efectuar el diagnóstico. Los síntomas psicológicos son: preocupación crónica y exagerada, agitación, tensión e irritabilidad, aparentemente sin causa alguna, o más intensas de lo que sería razonable en esa situación en particular. La gente que la padece también puede tener problemas de concentración y dificultades para conciliar el sueño (siendo el primero que se afecta en cualquier trastorno), con frecuencia suelen aparecer signos físicos, como temblores, dolor de cabeza, mareos, agitación, tensión muscular, dolores o molestias, molestias abdominales y sudoración.

TRASTORNO DE PÁNICO: CRISIS DE PÁNICO

Las crisis de pánico son episodios que, en un primer momento, son inesperados y no se asocian a ninguna situación concreta. En ellos aparece de forma temporal y aislada miedo o malestar intenso acompañado de cuatro o más de los siguientes síntomas, que se inician de forma brusca y alcanzan su máxima expresión en los diez primeros minutos (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DMS-IV-TR, 2002)):

  • Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca.
  • Sudoración.
  • Temblores o sacudidas.
  • Sensación de ahogo o falta de aliento.
  • Sensación de atragantarse.
  • Opresión o malestar torácico.
  • Náuseas o molestias abdominales.
  • Inestabilidad, mareo o desmayo.
  • Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar separado de uno mismo).
  • Miedo a perder el control o volverse loco.
  • Miedo a morir.
  • Parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo).
  • Escalofríos o sofocaciones.

La vivencia de una crisis de pánico es un hecho altamente desagradable. Por ello, a muchos pacientes les aterra el hecho de que la crisis vuelva a aparecer afirmando que sufren “miedo al miedo”. Esta circunstancia define al trastorno de ansiedad.panico

Todos estos síntomas, la mayoría de carácter somático, no deben obedecer a otras enfermedades, por tanto, deben quedar excluidas patologías cardíacas que justifiquen el dolor torácico y las palpitaciones, procesos digestivos que provoquen náuseas y vómitos, etcétera.

AGORAFOBIA

La persona agorafóbica comienza a experimentar la ansiedad al encontrarse en lugares o situaciones dónde ‘escapar’ puede resultar difícil, complicado y embarazoso o dónde, en el caso de aparecer una crisis de angustia inesperada o más o menos relacionada con una situación (o bien síntomas similares a la angustia) puede no disponer de la ayuda o apoyo que considera imprescindible. Los temores clásicos de la agorafobia suelen estar relacionados con un conjunto de situaciones y escenarios muy típicos, entre los que se incluyen estar sólo fuera de casa, las multitudes o la posibilidad de tener que viajar en algún medio de transporte específico. La persona agorafóbica tenderá a evitar (intensamente) este tipo de situaciones por temor a que aparezca una crisis de angustia (o síntomas similares a la angustia) o necesitará (para poder afrontarlas con éxito) la ayuda indispensable de una persona de confianza que esté presente en esas situaciones concretas.

FOBIA ESPECÍFICA

La manifestación de la respuesta de ansiedad aparece exclusivamente en presencia (o como anticipación) de un objeto o situación muy específicos (p.ej. terror a volar en avión, presencia de ciertos animales o miedo a las alturas). La persona, a pesar de de reconocer que se trata de un miedo irracional, desproporcionado o injustificado, se muestra incapaz de controlarlo o llegar a dominarlo. Las situaciones u objetos fóbicos tienden a evitarse o a soportarse a costa de experimentar un intenso malestar, tanto físico como emocional. Los comportamientos de evitación, anticipación ansiosa o el malestar experimentado cuando se ven obligados e exponerse al objeto o situación fóbica, interfieren negativamente con las actividades habituales de la persona, tanto a nivel personal como laboral o le generan un malestar significativo.

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Algunas formas en las que se manifiesta la ansiedad son especialmente incapacitantes como por ejemplo los ATAQUES DE PÁNICO en los que la persona que los sufre pierde el control sin motivo consciente y aparente. Los síntomas físicos son muy agudos: taquicardia, sudoración, tensión muscular, mareos, temblores…y las persona los percibe con una gran angustia e interpretaciones psicológicas negativas: “me voy a morir”, me voy a desmayar”, no voy a salir de esta…..

 

FOBIA SOCIAL

La Fobia Social se caracteriza por un miedo y temor acusado, intenso, persistente y desproporcionado a la exposición a situaciones sociales y/o actuaciones en público o a la posible evaluación por parte de terceros. La exposición a este tipo de situaciones sociales genera, casi de forma invariable, una respuesta de ansiedad y que puede, en ocasiones, tomar la forma de una crisis de angustia. La persona reconoce que se trata de un miedo excesivo, irracional o desproporcionado pero se muestra incapaz de dominarlo y tiende a evitar este tipo de situaciones sociales, lo que interfiere de una forma muy significativa en su vida personal, familiar, social y laboral además de producir un intenso malestar en aquellas ocasiones en que, inevitablemente, debe afrontar este tipo de situaciones.

TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO (TOC).

Es la presencia frecuente, intensa y recurrente de ideas indeseadas (obsesiones) y de conductas repetitivas (compulsiones) que se hacen con la intención de aliviar la ansiedad producida en el sujeto por las propias ideas obsesivas. Las ideas obsesivas van más allá de las simples preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida real. A pesar de que la persona se muestra capaz de reconocer su irracionalidad e intenta suprimirlos, ignorarlos, neutralizarlos o reducir su intensidad se muestra incapaz de controlar el malestar y la ansiedad que le generan. Las compulsiones pueden ser definidas como aquellos comportamientos (p.ej. ordenar objetos, realizar incontables comprobaciones o lavarse las manos incansablemente) o actos mentales (p.ej.contar, rezar o repetir palabras en silencio) de carácter repetitivo, que el individuo se ve obligado a realizar en respuesta a una obsesión o con arreglo a ciertas reglas o pautas de actuación que ‘debe’ seguir estrictamente. El objetivo original de estos comportamientos u operaciones mentales es la prevención o reducción del malestar o la prevención de algún acontecimiento o situación negativos ocurrido previamente.

TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO (TEPT).

El trastorno por estrés postraumático o TEPT es un trastorno psicológico clasificado dentro del grupo de los trastornos de ANSIEDAD, que sobreviene como consecuencia de la exposición a un evento traumático que involucra un daño físico. Es una severa reacción emocional a un trauma psicológico extremo. El factor estresante puede involucrar la muerte de alguien, alguna amenaza a la vida de la persona o de alguien más, un grave daño físico, o algún otro tipo de amenaza a la integridad física o psicológica, a un grado tal, que las defensas mentales de la persona no pueden asimilarlo. En algunos casos, puede darse también debido a un profundo trauma psicológico o emocional y no necesariamente algún daño físico; aunque generalmente involucra ambos factores combinados.

HIPOCONDRÍA

La hipocondría es “una afección caracterizada por una gran sensibilidad del sistema nervioso con tristeza habitual y preocupación constante y angustiosa por la salud”, nos dice el diccionario. Pero la característica esencial del trastorno hipocondríaco es “la preocupación persistente de la posibilidad de tener una o mas enfermedades somáticas graves y progresivas, puesta de manifiesto por la presencia de quejas somáticas persistentes o por preocupaciones persistentes sobre el aspecto físico”, se lee en el informe CIE-10 trastornos mentales y del comportamiento de la Organización Mundial de la salud. Según este documento, “con frecuencia el enfermo valora sensaciones y fenómenos normales o frecuentes como excepcionales y molestos, centrando su atención, casi siempre solo sobre uno o dos órganos o sistemas del cuerpo.”

La hipocondría es una clase de trastorno somatomorfo en el cual se presentan reiteradamente “síntomas somáticos acompañados de demandas persistentes de exploraciones clínicas, a pesar de repetidos resultados negativos…y de que los síntomas no tienen una justificación somática” refiere el CIE-10.

El hipocondríaco generalmente “rechaza los conceptos médicos y vive cambiando de especialistas, hasta cuando se descubre que se trata de una enfermedad somática. luego viene la remisión al psiquiatra, la cual es rehusada o difícilmente aceptada.

Cuándo se presenta:

La prevalencia de la hipocondría es desconocida y afecta por igual a hombres y mujeres. Se presenta en el 2 por ciento de la población en general y entre el 4 y el 10 por ciento de los paciente de medicina general. No hay diferencia en la edad en que se inicia, pero es mas frecuente después de los treinta.

La incapacidad que puede ocasionar es variable, pues “mientras unos enfermos manipulan a su familia ya su entorno social a través de sus síntomas, una minoría mantiene un comportamiento social normal”.

Tratamiento:

En el tratamiento de la hipocondría se emplea principalmente psicoterapia, para el reconocimiento del problema, manejo de la ansiedad, reeducacion del paciente con el fin de que no acuda a otros médicos, no hable de enfermedades ni lea libros o revistas medicas, entre otros. Existe también “tratamiento farmacológico, que lo debe prescribir un medico psiquiatra y se basa principalmente en ansiolíticos y antidepresivos, ya que casi siempre esta enfermedad esta asociada con depresión”.

DEPRESIÓN.

Habitualmente cuando nos sentimos bajos de ánimo decimos que “tenemos la depre”, como acepción común o popular del término clínico depresión. Pero la depresión no es ése estado de sentirnos con el ánimo bajo o con sensación de decaimiento que experimentamos en determinados momentos: es algo más. Estar triste y apático, verlo todo de color negro (a través de pensamientos negativos), no poder dormir (o dormir en exceso) o perder peso son algunos de los estados añadidos que pueden indicarnos una depresión real.

La tristeza, y con ella la apatía o el desánimo, es el síntoma más visible de la depresión, pero no es el único. Las personas con depresión suelen tener también alteraciones del pensamientode forma que valoran negativamente sus capacidades o su grado de responsabilidad en los acontecimientos y lo ven todo (su futuro, sus relaciones personales….) de color negro. Esta es una razón por la quemuchos depresivos adoptan una conducta autodestructiva (con un grado muy bajo de autoestima), incluso generando pensamientos de suicidio o en casos de depresión severa llegando a suicidarse.

Por otro lado, la depresión origina, además ansiedad y muchas veces, alteraciones en el funcionamiento del organismo: se pierde sueño y peso o, por el contrario y en menor medida, se duerme demasiado o se engorda; se produce una continua sensación de cansancio; son frecuentes los dolores de espalda o de estómago; y se pierde también el interés sexual y la capacidad para adaptarse a las situaciones de estrés. Además, la depresión afecta al sistema inmunológico, con lo que hay una mayor predisposición a contraer determinadas  enfermedades.

¿De dónde proviene la depresiónSegún los expertos, no se puede hablar de una causa, sino de muchas. En principio, la depresión significa que algo funciona mal en el cerebro, es decir, que hay un problema en los mecanismos de neurotransmisión cerebral, en la conexión de unas neuronas con otras. Esto provoca la disminución de catecolaminas y serotoninas (neurotransmisores), sustancias que segregan las neuronas y que intervienen, entre otras cosas, en la adaptación de la persona al estrés y en la regulación de los estados afectivos. Pero la depresión puede provenir también de factores estresantes que perduran en el tiempo (problemas familiares, en el trabajo, una enfermedad crónica….) e incluso experiencias de tipo traumático que no se han superado (la muerte inesperada de un hijo…..por ejemplo) y que afectan de forma recurrente al normal funcionamiento y adaptación de la persona a su vida y sus circunstancias.

Tratamiento para el TOC

Tratamiento para el TOC: La exposición con prevención de respuesta

En el inicio, el tratamiento para el TOC se basaba en técnicas conductuales tales como la detección y parada del pensamiento, la intención paradójica o la saciación, pero eventualmente se comprobó que estas propuestas no solo no eran efectivas para la reducción o eliminación de los síntomas, sino que podían llegar a ser incluso contraproducentes. De esta manera, con el objetivo de mejorar el tratamiento y aportar técnicas eficaces, desde la corriente conductista se empezó a trabajar en la “Exposición con Prevención de Respuesta”, siendo considerada hasta la fecha un elemento central en el abordaje del TOC.delirios

Esta técnica consiste en que la persona se enfrente sus pensamientos obsesivos, “provocándolos” voluntariamente, de manera que pueda experimentar la ansiedad que le generan dichos pensamientos intrusivos. La clave de está en que al evocar sus obsesiones la persona no debe realizar ningún tipo de ritual o compulsión, y es aquí donde radica el reto.

Lo que se persigue con esta técnica es romper el círculo vicioso que se da entre los pensamientos intrusivos, la ansiedad y las conductas compulsivas, de manera que la persona pueda afrontar las situaciones o estímulos internos temidos sin retroalimentarlos. Esto es posible gracias a la habituación de la ansiedad y a la comprobación (adaptativa) de que las predicciones catastrofistas son erróneas.

Otro de los aspectos relevantes sobre esta técnica, es que para que sea efectiva es necesario que se realice de forma repetida y prolongada. Se recomienda que los ejercicios de exposición tengan una duración de unos 45 minutos como mínimo, esto es para que la persona pueda experimentar toda la curva de la ansiedad con éxito, es decir, que perciba como la ansiedad empieza a subir hasta alcanzar su punto máximo y después empieza a descender por sí sola, sin necesidad de realizar ningún ritual. En cuanto a la frecuencia, aunque puede variar en función del caso y la gravedad los síntomas, así como de las circunstancias vitales de la persona, puede realizarse diariamente durante varias semanas o si se busca un tratamiento menos intensivo, puede realizarse una o dos veces por semana.

Por último, pero no por ello menos importante, es preciso mencionar que la exposición a los estímulos temidos, siempre ha de hacerse de forma gradual, de menor a mayor ansiedad provocada, ya que esto permitirá a la persona ir ganando la confianza necesaria para seguir afrontando sus obsesiones sin realizar los rituales. La jerarquización de las tereas de exposición es un trabajo muy importante que debe hacerse entre el terapeuta y la persona, esto es indispensable para éxito del tratamiento.estresfinal

Cada tarea o “ítem” de la jerarquía se mide en USAs (unidades subjetivas de ansiedad) de esta manera se establece un parámetro de medición en el que tanto terapeuta como paciente puedan entenderse y valorar de forma similar los estímulos temidos. La respuesta de ansiedad es algo subjetivo y únicamente experimentada por la persona que la siente, de ahí la necesidad de emplear una medición objetiva de los ítems, para evitar posibles errores o situaciones que la persona aún no está preparada para afrontar.

Si bien la exposición con prevención de respuesta ha demostrado ampliamente su eficacia, por sí sola no garantiza el éxito del tratamiento, motivo por el cual en las últimas décadas se ha trabajado en la combinación de la EPR junto con otro tipo de técnicas consiguiendo con maximizar la eficacia del tratamiento psicológico en este tipo de trastornos.

Ansiedad a hablar en público

¿La ansiedad a hablar en público puede llegar a ser una patología?

Pregunta:

¿La ansiedadhablar en público puede llegar a ser una patología?

Respuesta:

Sabemos que una de las situaciones más ansiógenas, en general, es hablar en público. Ante esta situación la mayor parte de las personas reaccionan con niveles altos de activación, pero esta alta activación puede ser muy útil para hacer el esfuerzo que supone:

  • el manejo cognitivo de la información (recuperación de la información, relacionar unos elementos con otros, etc.),
  • la verbalización de los contenidos,
  • con un volumen de voz incrementado,
  • manteniendo un alto gasto de recursos energéticos, atencionales, etc.
  • durante un tiempo prolongado

Ahora bien, un porcentaje alto de personas (alrededor de un 20%) se activan en exceso, centran su atención de manera casi exclusiva en sus síntomas de ansiedad (más que en la tarea de hablar en público), tienen una experiencia muy desagradable de esta situación, la evitan si pueden, etc. Lógicamente, no es muy adaptativo evitar una situación que es importante para tu trabajo, por ejemplo. No todo el mundo va a pedir ayuda a un especialista por este problema, sino que sólo lo harán aquellos que no pueden permitirse el lujo de evitar hablar en público. Ahora bien, aunque no vayan a la consulta de un especialista, algunas personas que evitan esta situación pueden llegar a cumplir los criterios para recibir un diagnóstico de trastorno de ansiedad por fobia social específica, si hay un deterioro significativo de la actividad del individuo, o un malestar clínicamente significativo. Alrededor de un 2% de personas pueden estar afectadas por este problema.