La terapia cognitivo conductual (TCC) ayuda a cambiar los pensamientos que causan el miedo. El tratamiento basado en la exposición. Esto implica imaginar partes de la fobia partiendo de la menos temida a la más temida. También lo pueden exponer gradualmente a su miedo de la vida real para ayudarlo a superarlo.
El mejor tratamiento para fobias específicas es una forma de psicoterapia llamada terapia de exposición. En ocasiones, el psicólogo también puede recomendar otras terapias o medicamentos. Entender qué es lo que causa una fobia en realidad es menos importante que centrarse en cómo tratar la conducta de evasión que se desarrolló con el tiempo.
El objetivo del tratamiento es mejorar la calidad de vida para que ya no te sientas limitado por tus fobias. A medida que aprendes a comprender y controlar mejor tus reacciones, pensamientos y sentimientos, descubrirás que la ansiedad y el temor disminuyen y ya no te controlan la vida. Por lo general el tratamiento se centra en una fobia específica por vez.
Psicoterapia
Hablar con un profesional de la salud mental puede ayudarte a controlar tu fobia específica. La terapia de exposición y la terapia cognitiva conductual son los tratamientos más eficaces.
- La terapia de exposición se centra en cambiar el modo en que reaccionas al objeto o a la situación que te da miedo. La exposición gradual y reiterada a la fuente de tu fobia específica y a los pensamientos, los sentimientos y las sensaciones que se asocian puede ayudarte a aprender a controlar la ansiedad. Por ejemplo, si te dan miedo los ascensores, la terapia puede ir de simplemente pensar en entrar en un ascensor a mirar fotografías de ascensores, acercarte a un ascensor e ingresar en un ascensor. A continuación, puedes ir de un piso a otro, luego varios pisos y, después, en un ascensor lleno de gente.
- La terapia cognitiva conductual implica exposición en combinación con otras técnicas, para aprender maneras de ver y enfrentar el objeto o la situación que causa miedo de un modo diferente. Aprendes a ver de otro modo tus miedos, las sensaciones en el cuerpo y el impacto que han tenido en tu vida. La terapia cognitiva conductual se centra en desarrollar confianza en ti mismo y en dominar tus pensamientos y sentimientos, en lugar de sentirte abrumado por ellos.
AMAXOFOBIA (miedo a conducir).
Según recientes estudios, cerca de un 33% de las personas que conducen sienten miedo y ansiedad al hacerlo, aunque de una manera más o menos controlada. A este trastorno se le conoce como Amaxofobia, término proveniente del latín “amaxo”= carruaje y “fobia”= miedo. Este porcentaje, llega a alcanzar el 54% cuando nos referimos a los conductores que padecen algún signo de ansiedad, en diferentes grados, cuando se sientan delante del volante. Afortunadamente solo un 4% de los conductores desarrollan un miedo tan incapacitante que les impide coger un coche. Si tienes miedo a conducir en algún grado puedes superarlo con:
– Un programa personalizado de TRATAMIENTO del miedo a conducir.
– Un programa personalizado de PRÁCTICAS DE CONDUCCIÓN adaptadas.
AEROFOBIA (avifobia, miedo a volar).
Viajar en avión cada vez es más habitual, pero todavía hay muchas personas que tienen miedo a subirse a un avión, en definitiva a: miedo a volar. Algunas de esas personas deben volar obligatoriamente, por ejemplo, por movitos de trabajo y no puede evitar utilizar este medio de transporte para desplazarse de un lugar a otro. No es difícil superar el miedo a volar con un adecuado tratamiento.
Si bien muchas de las características del miedo a volar son compartidas por quienes lo padecen, puede haber algunas diferencias: no todas las personas tienen los mismos miedos: unos temen encontrarse mal en el avión y no poder salir, otros temen que sea el avión quien se inestabilice o accidente; no todas las personas necesitan o responden por igual a las mismas técnicas o recursos de tratamiento.
Es aconsejable una asistencia o terapia personalizada e integral que disponga de diversos recursos útiles, personales y materiales, ajustados a las necesidades y disponibilidad de cada persona.
FOBIA SOCIAL.
La Fobia Social es un trastorno de ansiedad que tiene diferentes grados de severidad. Esta condición se caracteriza por que la persona presenta ansiedad clínicamente significativa y una incomodidad extrema que ocurre antes de o durante la exposición a grupos sociales, incluyendo situaciones donde puede ser sometido a evaluación o escrutinio por parte de otras personas.
El miedo del individuo es debido a la sensación de que puede ser humillado o actuar de forma embarazosa. El miedo puede ser excesivo o irracional para la persona, lleva a la evitación de las situaciones fóbicas o le causan ansiedad anticipatoria, además de interferir de forma significativa con su vida laboral o social. Sin tratamiento, la fobia social puede durar muchos años o incluso toda la vida, por lo que es aconsejable tratarla cuanto antes.
Las fobias son un trastorno psicológico que tiene una amplia incidencia en la población mundial. Una de cada veinte personas, aproximadamente, padece una fobia de uno u otro tipo. Una persona fóbica siente un miedo exagerado y sin sustento real ante determinadas situaciones u objetos, y en ocasiones esto puede incluso provocarle malestar físico: temblores incontrolables, mareos, sudoración excesiva, palpitaciones, etc. En los casos más extremos, pueden llegar a producirse ataques de pánico. Las causas de la aparición de una fobia no siempre están claras. La mayoría de ellas tiene su origen en la infancia, si bien no deben confundirse con los temores infantiles normales.
FOBIA A LAS INYECCIONES (a las agujas, aicmofobia).
La aicmofobia es un miedo patológico producido por el contacto a las agujas u otros objetos puntiagudos que puedan cortar o pinchar. Es decir, la aicmofobia es una emoción persistente anormal, injustificada que se acompañada de sensación de miedo o temor a las agujas, inyecciones o a ser pinchado por alguna de ellas o por cualquier objeto punzante. Esta fobia comparte cierta relación con la blennofobia y con la tripanofobia que es la fobia a las agujas o, más específicamente, a los piquetes, a las inyecciones y es muy común en los niños.
FOBIA A LA SANGRE (hematofobia).
“Noto que da vueltas la habitación, creo que me voy a desmayar…”. Aunque esto es bastante inhabitual, hay un tipo de fobia en el que sí observamos desmayos frecuentes. Se trata de la fobia a la sangre. La respuesta fisiológica que se relaciona con el desmayo también se da en otro tipo de fobias (fobia a las inyecciones, al daño o accidente, a las intervenciones médicas,..) pero en mucha menor medida que en la anterior. Las investigaciones han mostrado que en las personas con miedo a la sangre se aprecian los síntomas característicos del desmayo, mientras que en las otras, especialmente en la fobia a las inyecciones, son más prevalentes los síntomas de ansiedad y tensión.
El desmayo es, pues, un hecho diferenciador fundamental con respecto a otro tipo de fobias. A nivel fisiológico, la explicación se encuentra en el síncope vasovagal de forma que el tratamiento es el habitual para las fobias (exposición), pero con un componente específico para esta respuesta fisiológica.
CLAUSTROFOBIA.
La claustrofobia es un trastorno psicológico manifestado en el miedo intenso a los lugares cerrados. Es una perturbación mental que provoca ataque de pánico ante la situación de encierro. Lo que más atemoriza a una persona con claustrofobia no es el lugar en sí mismo, sino el quedar encerrada, de allí la imposibilidad de abordar aviones, metros, ascensores, y practicarse una TAC (tomografía axial computarizada) aunque ponga en riesgo su propia salud.
En la población mundial de un dos a un cinco por ciento sufren de claustrofobia; y la aparición de la misma está relacionada con haber vivido una experiencia desagradable de encierro o asumir una situación ajena.
FAGOFOBIA: FOBIA A ATRAGANTARSE.
La fobia a atragantarse se basa en el miedo irracional a ahogarse que tiene la persona al anticipar o realizar la conducta de ingerir alimentos, bebidas o pastillas. La exposición a dicha conducta provoca en la persona una respuesta inmediata de ansiedad, que puede tomar la forma de un ataque de pánico situacional, y este fuerte miedo o ansiedad lleva a la persona a escapar o evitar la conducta de ingerir alimentos.
En relación a la etiología u origen, la fagofobia podría venir desencadenada a partir de una experiencia traumática en la que la persona sufre un atragantamiento, aunque en muchas ocasiones la persona que la sufre no ha tenido esta experiencia.
El miedo a atragantarse es anticipatorio y por tanto denota un problema de ansiedad en la base que debe ser tratado para corregir este problema.
TRATAMIENTO DE OTRAS FOBIAS ESPECÍFICAS:
ARACNOFOBIA (fobia a las arañas), BRONTOFOBIA (fobia a las tormentas), BASOFOBIA (miedo a caerse), LATROFOBIA (miedo al médico),…….