Disfunciones sexuales tras el período vacacional.
Una vez más hablamos sobre las disfunciones sexuales, más todavía después del período vacacional, dónde una vez más se establecen rutinas de funcionamiento diario. Daremos algunos consejos para quienes también se ven afectados de forma indirecta, la pareja.
Hablar de este tema con tu pareja después del período vacacional puede ser complicado e incluso incómodo. Cada una de las partes siente sensaciones y sentimientos diferentes al respecto, que pueden llevar a problemas de comunicación, una comunicación ineficaz y negativa en muchos casos. Por ello, la actitud que tengamos y nuestra forma de afrontar la situación es muy importante, tanto para la pareja como para mejorar el problema en sí.
¿Cómo puedo ayudar a mi pareja, la cual padece una disfunción sexual?
• Hablar sobre la importancia de recibir ayuda de un profesional Psicólogo Especialista en Sexología. Acudir a un psicólogo es la única forma para aprender sobre la sexualidad en general, sobre ideas y creencias erróneas que tenemos al respecto y que son, en muchas ocasiones, el origen de los problemas sexuales en las parejas. Aprender que la sexualidad y el placer no se basan únicamente en los genitales y el sexo como tal, es esencial para iniciar el proceso de mejora. Además, al acudir a terapia de pareja o terapia sexual después del período vacacional, se establece un tratamiento específico con ejercicios y técnicas prácticas, en el que ambas partes de la pareja tienen un papel imprescindible.
• No presionar. Presionar a tu pareja para hablar, o incluso hacerlo en el momento del acto sexual, con palabras o gestos pueden ocasionarle más dolor emocional e impotencia, además de impedir la comunicación entre ambos y su iniciativa para hablar de ello.
• Evita “echarle la culpa”. Muchas veces la importancia de los problemas sexuales llega a un punto en el que se convierten en el tema principal de conversación o de discusión. Por ello, es necesario evitar echar la culpa a nuestra pareja, esto solamente empeorará la situación y también afectará negativamente sobre la disfunción sexual.
• Establecer un “pacto”. Establecer un pacto de comunicación basado en la confianza puede ser útil y positivo para mantener el bienestar en la pareja y facilitar la resolución de problemas. Por ejemplo: “A partir de ahora vamos a exteriorizar si nos sentimos mal”, “Vamos a elegir un momento del día para hablar de esto, desahogarnos sin juzgarnos y buscar soluciones”, etc. Es importante tener en cuenta que esto debe hacerse en conjunto, acordando puntos que queráis mejorar y solucionar y que pensáis que están afectándoos negativamente.
• No juzgar. “Es que esto pasa porque te rayas demasiado…”, “Es más fácil de lo que tú crees”, etc. Frases de este tipo pueden causar mucho daño, además de empeorar el problema como tal. Por ello, transmitirle a tu pareja que estarás a su lado, sin juzgar, sin presionar, sin culpar, es la mejor opción para manejar y afrontar la situación.
• Darle la importancia que se merece. “No es nada, no te preocupes”, “seguro que se pasa con el tiempo” no son frases correctas cuando sabemos que realmente sí hay un problema ya que se ha mantenido durante un tiempo y está afectando a vuestra vida. Transmítele a tu pareja que reconoces y comprendes su problema.
• Actitud positiva. Mantén una actitud positiva para que todo vaya a mejor, para buscar soluciones de forma activa y atiende los aspectos positivos de todo el proceso. Centrarte en los aspectos negativos os impedirá avanzar.