Entre 10% al 20% de los casos de disfunción eréctil están causados por factores psicológicos como el estrés, la ansiedad y la depresión.
Los problemas laborales, las dificultades económicas o las tensiones en las relaciones personales son por tanto causa frecuente de trastornos relacionados con la erección.
Aunque no está claro cómo los problemas psicológicos causan problemas de disfunción eréctil, se cree que el estrés y la ansiedad incitan a una tensión en el cuerpo, lo que a su vez provoca que los vasos sanguíneos en el pene se contraigan. Esto restringe el flujo de sangre que se necesita para una erección. Sentirse tenso y ansioso también afecta a los nervios del pene que ayudan a mantener una erección.
Si este es tu caso, el psicólogo – sexólogo podrá indicarte la necesidad de seguir una terapia sexual que te permita afrontar de manera positiva tus problemas y retomar con normalidad tu vida sexual. En algunos casos también puede prescribir un tratamiento de medicación oral para la disfunción eréctil que te ayuda a aliviar el trastorno y mejorará las relaciones sexuales y, por tanto, tu autoestima.
Independientemente de la visita al especialista en sexología, no está de más que intentes iniciarte en actividades que te liberen del estrés y de la ansiedad. Las técnicas de relajación como el tai chi, ejercicio, masajes y meditación mejoran el flujo de sangre a los músculos más importantes, disminuyen el ritmo del corazón y reducen la tensión. Las técnicas de relajación también pueden estimular tu confianza y ayudarte a enfrentarte mejor a los problemas.