Terapia Sexual y Disfunciones Sexuales en Psicólogos y Sexólogos Valencia
Resulta claro que pocos temas despiertan tanta ansiedad y tanto placer, tanto dolor y tanta esperanza, tantas discusiones y tantos silencios, como las posibilidades eróticas del cuerpo. (Weeks, 1993).
La relación sexual significativa, que incluye componentes emocionales y cognitivos, es central no sólo para el logro de la intimidad sino que lo es además, para alcanzar una calidad de vida satisfactoria.
Los datos apuntan a que un porcentaje elevado de mujeres y hombres padecen a lo largo de su vida alguna disfunción sexual. En este sentido, el ECA (Epidemiologic Catchment Area), si bien es un dato antiguo (1984), estimó que la prevalencia de las disfunciones sexuales en la población general de EEUU era de un 24%, lo que la convertía en el segundo diagnóstico más frecuente, después del consumo del tabaco (Labrador & Crespo, 2001).
Laumann, Gagnon, Michael & Michaels (1994) realizaron un estudio en los Estados Unidos, con muestra de 3,432 mujeres y hombres de 18 a 59 años de edad. Los resultados arrojaron que durante los últimos 12 meses:
- El 33% de las mujeres sentían falta de interés sexual y el 24% no habían experimentado un orgasmo.
- El 29% de los hombres experimentaban el clímax muy pronto, 17% presentaba ansiedad de “ejecución” y 16% tenía falta de interés sexual.
- El 43% de las mujeres y 31% de los hombres presentaban alguna disfunción sexual durante los últimos 12 meses.
En este mismo sentido, las disfunciones sexuales relacionadas con el sexo pueden llegar a convertirse en un obstáculo significativo para el funcionamiento de las relaciones humanas. Así lo vislumbraron los primeros clínicos de orientación psicoanalítica, a comienzos del siglo hasta los 60´s (Rosen & Weinstein, 1988). Así también lo entendieron Masters & Johnson (1970), pioneros en terapia sexual, cuyo modelo de abordaje fue rápidamente incorporado por una gran proporción de profesionales de la salud, probablemente influidos por aspectos sociopolíticos de las décadas de los 60´s y 70´s, tales como un mayor énfasis en el desarrollo personal, apertura en las discusiones sobre sexualidad y por los porcentajes de éxito fulminante que reportaron (Wiederman, 1998).
Con el transcurso de los años, cambiaron los estilos de vida, la educación en el área de la sexualidad se masificó y, con ello, la ignorancia sobre el funcionamiento sexual se redujo.
El resultado fue que la consulta sobre disfunciones sexuales se complejizó. Hoy en día, entonces, los problemas que se presentan en la clínica se relacionan con dificultades más complejas y crónicas que la eyaculación precoz en hombres y la anorgasmia en mujeres.
Los problemas en la erección, el bajo deseo sexual y las conductas sexuales compulsivas son motivo de consulta recurrentes cuya terapia sexual otorga un mayor desafío a los psicólogos y sexólogos clínicos, dado que los porcentajes de éxito no alcanzan las cifras iniciales que alcanzaban los protocolos de tratamiento de Masters & Johnson (Heiman & Meston, 1997).
Por otro lado, la psicología requiere ofrecer un mejor servicio a las personas que necesitan de atención psicológica, especialmente en psicoterapia. Es por ello que la psicoterapia tiene que estar basada en la evidencia en cuanto a la evaluación de la eficacia de los tratamientos y técnicas. Es necesario que, en la medida que las terapias psicológicas se implementen en los servicios públicos de salud mental, con el consiguiente coste para el Estado y para que se validen en los servicios privados, la psicología demuestre cuáles tratamientos resultan eficaces y probadamente eficientes.
Un poco de historia sobre la Terapia Sexual
La terapia sexual tiene una definición amplia. Se refiere a cualquier intento sistemático de parte de un profesional de la salud para aliviar la disfunción sexual o problemas experimentados por un cliente en el área de lo sexual (Wiederman, 1998).
La historia de la terapia sexual es relativamente breve.
A continuación presentaremos a los pioneros de la sexología (Aller, Bianco & Rada, 1994).
1886 – Richard Von Krafft- Ebing (1840/1902). Austríaco. Médico psiquiatra forense. Trabaja en Alemania. Escribe “Psycopathía sexualis”. Estudia el sistema perversión-herencia-degeneración.
1899 – Magnus Hirshfield (1868-1935). Médico psiquiatra. Escribe la “Revista sobre Patología sexual”. Estudia la homosexualidad.
1900 – Havellok Ellis (1859-1939) Médico criminalista. Padre de la sexología. Escribió “Estudios en psicología sexual”. Aborda la sexualidad desde sus dimensiones biológicas, psicológicas, sociales y culturales.
1900 – Sigmund Freud (1856-1939). Médico neurólogo, psiquiatra. Austríaco. Creador del psicoanálisis. Realiza la comprensión intrapsíquica de la sexualidad.
1908- Iwan Bloch (1872-1939). Médico, socioantropólogo. Dio el nombre a la sexología.
1948 – Alfred A. Kinsey (Weinberg, 1976). Publica el primer Kinsey Report: “Sexual behavior in human male”. En 1953 publica “Sexual behavior in the human female”. Después de su muerte (1956), el Instituto Kinsey, liderado por los doctores Gebhard y Pomeroy, publica “Embarazo, nacimiento y aborto”, “Sex offenders: An analysis of types” y estudios sobre homosexualidad, conductas sexuales y pornografía. De su metodología de investigación en sexualidad se mantienen hasta hoy 3 principios generales básicos:
- La mantención del secreto ante la entrega de material confidencial.
- La no politización ni comercialización del material entregado.
- Establecer un acercamiento objetivo y no enjuiciador frente al estudio de la sexualidad y sus distintas manifestaciones.
1951 – Albert Ellis (Ellis, 1992). A partir de su trabajo en sexualidad comienza a desarrollar la terapia racional emotiva y en 1955 crea la terapia racional emotiva. Publica “The Folklore of Sex” (1951), “The American Sexual Tragedy” (1954) y “Sex without Guilt” (1958). Primer president de la “Society for the scientific study of sex”.
1966 – William H. Masters (1916 – 2001) y Virginia Johnson (Kolodny, 2001 – 2013).
En 1966 publican “Respuesta Sexual Humana”, libro que presenta evidencia sobre los orígenes de la lubricación vaginal y de los cambios fisiológicos durante la excitación sexual y orgasmo; demuestran la existencia de orgasmos múltiples en mujeres y proveen datos sobre los cambios en la respuesta sexual a través de la edad, tanto en hombres como en mujeres. Describen además todos los cambios asociados al orgasmo. Proponen un modelo de 4 etapas de excitación fisiológica y subjetiva para ambos sexos (“el ciclo de respuesta sexual”: excitación, meseta, orgasmo y resolución) y plantean la primacía de factores psicológicos, particularmente de déficit del aprendizaje y ansiedad de ejecución, en la etiología y mantención de las disfunciones sexuales.
En 1970 publican el libro “Human Sexual Inadecuacy” y presentan allí un acercamiento clínico altamente eficaz y de corta duración para las disfunciones sexuales. Muestran estudios de seguimiento realizados hasta 5 años después, con las parejas con problemas de disfunción sexual.
En términos generales, proponen una psicoterapia breve, directiva (no interpretativa), en coterapia, que utiliza tareas conductuales, técnicas cognitivas y aborda los aspectos comunicacionales de la pareja. Consideran también como intervención la educación sexual y la atención individual y de pareja, orientadas a adquirir insight sobre los factores que causan o mantienen las dificultades sexuales y de relación.
Un aporte central de la terapia de Masters & Johnson fue la creación de un de ejercicios simples, que denominaron “focalización sensorial”, que se entregaba como tarea a la pareja, para ser realizados en la intimidad, con el objetivo de indagar sobre nuevas maneras de alcanzar intimidad y erotismo.